La prueba hidrostatica permite medir la fuerza y el soporte de un recipiente a presión que contengan liquidos o gases. Es un sistema para el diagnóstico del estado de una máquina y la detección precoz de los fallos con la mayor precisión posible.
Para ello se cuenta con técnicos certificados por el BINDT (British Institute of Non Destructive Test) y equipos de alto rendimiento Microlog GX y software @ptitude analyst de SKF.